El arte urbano conquista las calles y los espacios creativos de Madrid
Madrid es una ciudad apasionante, llena de vida y cargada de oportunidades. En ella confluyen artistas de muy diversa índole, que buscan ordenar el caos urbano con su cosmos creativo. Así ha sido durante siglos, desde que pintores como Velázquez o Alonso Cano acudieran a la capital para ponerse al servicio de los reyes de España y su corte. Pero, a diferencia de los cuadros de aquéllos, las manifestaciones pictóricas contemporáneas ya no son propiedad exclusiva de ricos mecenas y grandes museos, sino que se pueden encontrar en los rincones más inusitados de la urbe madrileña.
El arte urbano ha tomado Madrid. Ha hecho de ella su lienzo particular y la ha dotado de obras de gran calidad. Fachadas, espacios alternativos, tejados, mercados de abastos… Nada se libra de esta vorágine de colores y formas que se ha propuesto embellecer la ciudad con lo mejor de la cultura popular contemporánea. Tanto es así que la agencia de marketing Estudio 34 decidió elaborar, en paralelo a la feria de arte contemporáneo ARCO, un mapa con las mejores manifestaciones pictóricas callejeras de la capital.
En este documento se reúne a artistas urbanos de la talla de Alice Pasquini, El Rey de la Ruina o Hyuro, hasta completar una extensa selección de 40 pintores y grafiteros que han dotado de personalidad los rincones más variados de la orografía capitalina. El mapa ofrece una heterogénea visión de la cultura popular contemporánea, nacional e internacional, que abarca desde la más ácida crítica social hasta manifestaciones abstractas, manchas de color y formas geométricas de bella factura e intrincado significado.
Esta explosión de arte urbano no podía haberse dado sin la complicidad de espacios alternativos y algunas instituciones que han sabido valorar su atractivo estético. La Tabacalera es, probablemente, el centro cultural que más ha apostado por este tipo de manifestaciones artísticas. Así lo demuestran sus muros externos, cargados de obras de artistas como Grip Face, Rubén Sánchez o la propia Alice Pasquini, a los que se suman las paredes repletas de estampas contemporáneas de su sótano. El Campo de la Cebada, en La Latina, es otro espacio que goza del grafitis de gran calidad, con artistas como Digo Diego, drhomes o Mu Kimu.
Pero no sólo de grandes centros sociales y culturales vive el arte urbano en Madrid. Son muchos los espacios alternativos que han apostado por ambientes de arte híbridos, donde las pinturas urbanas conviven con otras disciplinas. Así lo demostró el festival Hybrid, que dio visibilidad a 40 propuestas privadas que han dejado atrás el concepto de galería de arte clásica como lugar meramente expositivo para convertirse en espacios culturales amplios, que atraen a un público más diverso y activo.
En LANAU Espacio Creativo, uno de los centros de arte híbrido que participaron en el festival, tuvimos la suerte de presenciar el desarrollo de una gran obra mural que, desde principios de octubre, acompaña a nuestro espacio de coworking. Su autora, Marta Lapeña, explica que se esforzó por “captar la esencia del lugar” y que la obra “se entienda como una parte de él”. Para ello, eligió una pieza mural fresca, con una vegetación exuberante y formas geométricas con las que aportó armonía y serenidad a la zona de trabajo compartido. La muralista se ha mostrado encantada con la oportunidad de participar en un festival como Hybrid y sobretodo de dejar su sello en un espacio como LANAU, destacando el auge del arte urbano en Madrid. “Pasear por las calles y encontrar grandes lienzos con mucho que contar es la manera más directa de sentir el arte, otra forma de expresión donde, además, el intercambio con el ciudadano es instantáneo. Me parece imprescindible”, concluye.
Autor: Pablo Rodriguez Gonzalez