Exilio y esperanza, la realidad de los refugiados
La ONU celebra el próximo 20 de junio, el Día Mundial de los Refugiados y Refugiadas, para visibilizar un problema que, lejos de resolverse, se amplia cada año y afecta a más partes del globo.
Cada minuto al menos 25 personas se ven forzadas a huir de sus casas, alrededor de 37.000 desplazados diarios. Más de 70,8 millones de personas en el mundo han tenido que abandonar sus hogares, según fuentes que recoge ACNUR. Este dato es el más alto de los registrados por la ONU desde hace 70 años, cuando se creó la Agencia de la ONU tras la II Guerra Mundial. Una cifra que no deja de aumentar. Los actuales datos duplican además el número de refugiados que había hace 20 años.
Desde el "Refugees Welcome" hasta la detención en el puerto de Barcelona del barco de Open Arms, los refugiados y refugiadas han sido portada en infinidad de periódicos, ya no solo a nivel nacional, han aparecido en cabeceras informativas alrededor de todo el globo, pero ¿ qué hacemos al respecto? Esta crisis humanitaria que ha obligado a migrar a millones de personas, realmente nos afecta a todxs, pero ¿estamos realmente sensibilizados a esta realidad?
¿Quienes son los refugiados? La pregunta es realmente fácil de responder, son gente como nosotrxs, personas que hasta hace poco, tenían una vida estructurada, con su trabajo, su familia, sus amigos... pero con la mala fortuna, de que en sus países de origen, estalló una guerra. Algo que recordemos, no dista demasiado de lo que sufrimos en España hace menos de un siglo. Miles de personas huyendo a Francia, jugándose la vida cruzando los Pirineos o haciendo miles de kilómetros para llegar a América Latina, dejándolo todo atrás para encontrar un país donde pudiesen vivir en paz.
Actualmente el número crece cuando además sumamos a este número de desplazados, los solicitantes de asilo, es decir, aquellos que se encuentran fuera de su país de origen y reciben protección internacional, pero están a la espera de una resolución. Y los desplazados internos, los que se encuentran dentro de sus propios países pero en lugares distintos a los que residían. Las cifras son alarmantes y las soluciones escasas.
Las guerras son el principal motivo por el que millones de personas en todo el mundo, se ven obligadas a abandonar su hogar. Más de 6,5 millones de personas han huido de la guerra en Siria, siendo este, uno de los países del que más refugiados salen todos los años.
Como ya hemos comentado, son muchas las personas que solicitan todos los días asilo en países de todo el mundo, siendo los países con menos recursos, los que más refugiadxs están dispuestos a acoger. Países como Turquía, Pakistán o el Líbano, han dado asilo a más de 4 millones de refugiados, siendo los países que han hecho una labor mayor en esta gran crisis.
Desde la Unión Europea no traemos realmente buenas noticias referidas a este asunto, ya que de las 160.000 personas que nos habíamos comprometido a acoger entre todos los países miembros, solamente hemos reubicado al 18%, son cifras para nada alentadoras, agravadas por el auge de la extrema derecha en Europa y la falta de información de los ciudadanos sobre quienes son y porqué buscan ayuda los refugiados. Ahora mismo, Europa es muy reticente ante la entrada de personas que necesitan asilo, negando la entrada a más del 80% de las personas que buscaban refugio este 2018 en el "antiguo continente". Somos una de las mayores potencias económicas a nivel mundial y ahora mismo, de los continentes más desarrollados del planeta, pero al parecer, el miedo a lo desconocido, la ignorancia o simplemente, el egoísmo de las grandes naciones, principalmente por factores políticos, hace que sea realmente difícil que las personas que peor lo están pasando, encuentren la ayuda que necesitan.
Esta es una realidad que no queremos ver, hemos pasado siglos de historia aprovechándonos siempre de otras civilizaciones. Desde las colonias a los negocios textiles con sede en países en vías de desarrollo, siempre intentando aprovechar al máximo las ansias de crecimiento e industrialización de los países más pobres. ¿Igual ahí está la clave para el desarrollo de las grandes potencias mundiales? Es posible que sea el momento de cambiar la manera en la que nos relacionamos entre nosotros, ya que cada vez los conflictos y las crisis tienen un carácter mucho más global.
Justo por eso, en LANAU a pesar de la realidad intentamos ser optimistas, no está todo dicho todavía y Europa, puede ser un salvavidas para toda esa gente que está pidiendo ayuda. La solidaridad es un principio básico de cualquier sociedad que quiera seguir avanzando hacia el futuro, y somos nosotros, los ciudadanos, los que podremos hacer que los gobiernos tiendan la mano a aquellos que más lo necesitan.
Fernando Pinela
