Más coworking en 2018.
Cada vez somos más: más freelance, más autónomos, más independientes. El número de trabajadores por cuenta propia ha aumentado un 7% entre 2008 y 2015 en España, un 24% en el conjunto de la Unión Europea, en datos del Foro Europeo de Profesionales Independientes (EFIP).
Casi 1,2 millones de personas recurrieron a espacios de trabajo compartido en 2016, y el número de oficinas coworking ya está cerca de las 14.000 en todo el mundo. Un auge que se mantendrá en los próximos años y que hará que este tipo de centros aumenten hasta los 26.000 en el mundo. En España ya hay más de 900 espacios de este tipo, según el directorio Coworking Spain, que apunta que es el tercer país del mundo con más espacios de este tipo.
Más coworking en 2018, más comunidad y sinergias. Estas son las tendencias en nuestra manera colaborativa de entender el mundo que van a marcar el año coworking:
Especialización
La especialización hará la diferencia entre coworkings este 2018 en que la proliferación de espacios nos hará, esperamos, más cooperantes en esta convivencia entre espacios.
LANAU lleva el sello cultural desde su nacimiento hace cinco años, por lo que en este año y para adaptarnos a las tendencias que marca el panorama coworking solo tenemos que seguir llevándonos por nuestra naturaleza de espacio cultural creativo enfocados a la gestión cultural con un foco muy directo en la formación para el autoempleo y el empleo, sin que estas premisas cierren puertas a otros sectores y sus profesionales cuya labor está indirectamente relacionada con la cultura, comunicación, diseño, traducción...
Frente a la especialización de espacios como LANAU, desde Nueva York llegan grandes empresas del coworking y firmas inmobiliarias españolas se deciden por comerciar con este modelo que para nosotros es un antes modelo de vida y trabajo en comunidad.
Impacto social
Cada vez son más los espacios que tienen incluido en su ADN el impacto social, su modelo de negocio gira entorno a objetivos que añadan valor a la comunidad. Podemos ver casos como el de Ashley Proctor, fundadora de Xspace, un espacio de coworking en Vancouver, que tras detectar una necesidad específica en la sociedad canadiense se decidió a abrir este centro enfocado a diseñadores jóvenes que necesitaban un lugar donde desarrollar su creatividad.
LANAU, por su parte, lleva en su ADN la igualdad. Este espacio defiende la igualdad de género y los derechos del colectivo LGTBi y como no podría ser de otro modo apoyamos la Huelga feminista del 8 de marzo próximo.
Proximidad
En LANAU somos globales, transversales, internacionales, viajados, interculturales e interraciales pero sobre todo somos de barrio y esta es una tendencia que va a marcar 2018: la proximidad. La forma en que se entiende la comunidad es exquisita y cuidada, miramos al coworker local, un modelo que ha triunfado en Shanghai, donde el 90% de los coworkings corresponden a este perfil.
Como LANAU viene defendiendo de su nacimiento, los coworkings no son solo oficinas compartidas, sino que representan espacios de interacción social para generar sinergias y favorecer la creación de nuevas ideas. De este modo, diseños basados en salas para tomar café y conversar, ocupan un lugar cada vez más relevante entre los espacios.
Experiencia de usuario
Hacer sentir al coworker mejor que en su propia casa es lo que nos ha hecho diferenciarnos de de la competencia y mejorar nuestra comunidad. Esto es lo que ahora llama la experiencia de usuario, tan de moda actualmente, y que en LANAU llamamos hospitalidad.
De lo local a lo rural
Y así lo contábamos en un reciente post, donde hablábamos de la tipología de coworkings rurales, que se suelen ubicar en pequeños pueblos, donde buscan la paz y la tranquilidad que alimente la creatividad de los coworkers, pero que, al mismo tiempo, están dotados de infraestructuras y servicios suficientes para satisfacer las necesidades de los freelance que se desplacen a ellos. Esto contribuye no solo a atraer personas a zonas rurales poco habitadas, sino también a fomentar el empleo en estas áreas y ayudarlas a recuperar la vitalidad de la que gozaron antaño.
Coworking corporativo
Nada que ver con LANAU pero es que muchas empresas miran con envidia el buen rollo que se genera en un coworking donde la creatividad y el talento se potencian con ganas y han decidido montar sus propios espacios “coworking”. Entre comillas, sí. Cada vez hay más empresas que optan por abrir sus oficinas a freelancers para que sus trabajadores compartan ideas y experiencias con ellos. Así, los trabajadores se motivan con las relaciones laborales, el aprendizaje y la competencia.