top of page

AGENDA

blog

C/Mallorca. 4. 28012. Madrid. 915264426

Coworking rural: la tranquilidad de la naturaleza como aliada de la creatividad.




La economía colaborativa y el fenómeno coworking no parecen tener límites. Hasta ahora, estos espacios de trabajo colectivo se asociaban, irremediablemente, al ámbito urbano, siempre a la vanguardia de la innovación y las nuevas formas de entender el mercado laboral. Sin embargo, en paralelo a su desarrollo en las grandes ciudades ha aparecido una variedad que aúna zonas de trabajo con la revitalización de áreas en decadencia: el coworking rural.


La filosofía es la misma: crear un espacio de trabajo en el que profesionales autónomos y emprendedores de diferentes ámbitos desarrollen sus encargos y proyectos. No obstante, el coworking rural es mucho más que un lugar para trabajar, ya que también ayuda a combatir uno de los principales problemas de los pequeños pueblos de España: el éxodo rural.


Algunos de los responsables de estos nuevos espacios rurales destacan que, al atraer freelance a pequeñas poblaciones que parecían avocadas a la desaparición, están consiguiendo revitalizar la zona y conseguir que estos pueblos sobrevivan. “Este es un lugar perfecto para desconectar, pensar diferente y usar la naturaleza como motor de inspiración”, explica Edo Sadiković, fundador de un coworking rural en Galicia, a Cambio16. Así, los profesionales que necesitan de un entorno silencioso y un ambiente fresco, sin la saturación de las grandes ciudades, pueden encontrar en estos espacios un lugar idóneo para trabajar.


Los fundadores de estos nuevos espacios de trabajo explican que también responden a la necesidad de mejorar la calidad de vida de los trabajadores, en un momento económico en el que la baja remuneración y la gentrificación de las ciudades hacen muy difícil desarrollar una vida monetariamente digna.


No obstante, señalan que su objetivo no es que el éxodo rural se invierta y los habitantes de las ciudades vuelvan al campo. Pese a que hay algunos profesionales que optan por esta alternativa, la mayoría sólo necesita un periodo de desconexión de la ciudad que les ayude a relajarse y recuperar la inspiración sin dejar de trabajar. Por eso muchos de los puestos que se ofrecen son itinerantes.


Otra ventaja destacable de estos espacios de coworking es la vacacional. Hay periodos del año en los que toda la familia se desplaza al pueblo de los abuelos, pero cuando llega el lunes los adultos deben volver a la ciudad para trabajar. El coworking rural quiere ofrecer un espacio en el que estas personas puedan ocuparse de sus encargos durante todo el día, cumplir con jefes y clientes y, al mismo tiempo, seguir disfrutando de los seres queridos en un entorno natural y apacible.


La premisa fundamental de estos espacios rurales es la flexibilidad laboral. Que un emprendedor no sólo pueda llevarse su trabajo consigo allá donde vaya en periodos vacacionales, sino que en cualquier época del año en la que necesite desconectar de la frenética actividad de la ciudad pueda hacerlo y marcharse unas semanas al campo sin dejar de trabajar.


Los coworkings rurales se suelen ubicar en pequeños pueblos, donde buscan la paz y la tranquilidad que alimente la creatividad de los coworkers, pero que, al mismo tiempo, estén dotados de infraestructuras y servicios suficientes para satisfacer las necesidades de los freelance que se desplacen a ellos. Esto contribuye no sólo a atraer personas a zonas rurales poco habitadas, sino también a fomentar el empleo en estas áreas y ayudarlas a recuperar la vitalidad de la que gozaron antaño.

Por: Pablo Rodríguez

Check back soon
Once posts are published, you’ll see them here.
Recent Posts