VIH, una prueba que puede salvar vidas.
A principios de la década de los ochenta del siglo XX el mundo supo de la existencia de la mayor pandemia de nuestro tiempo, el Sida. Este terrible espectro de enfermedades ha causado desde entonces más de 35 millones de defunciones en todo el planeta, y durante mucho tiempo su diagnóstico se asoció irremediablemente a la muerte. Hoy día, sin embargo, los avances de la medicina han conseguido paliar su virulencia, aunque eso no significa que haya sido derrotado. Por eso, el próximo 1 de diciembre se celebrará, como cada año desde 1988, el Día Mundial de la Lucha contra el Sida, que se dedica a dar a conocer los avances contra el VIH/Sida y que servirá para recordar que el riesgo de contraerla sigue siendo alto.
Sus primeras manifestaciones en los países occidentales datan de 1981, aunque hay varias teorías o hipótesis sobre los orígenes del VIH, la más extendida localizan su aparición en África donde ya se daban casos a principios del siglo XX, concretamente por transmisión desde otras especies, en este caso de los chimpancés. Su expansión se debió a dos factores puramente sociales, por un lado la mejora de las comunicaciones que experimentó la región en la segunda mitad del siglo XX, y al aumento de la promiscuidad sexual.
Tras estudiar la expansión del VIH-1 y compararla con el contexto social de Centroáfrica, los investigadores han deducido que la optimización de la red de transportes hizo mejorar el flujo comercial, lo que atrajo a la zona a un importante número de trabajadores masculinos, que a su vez provocó un aumento de la demanda de prostitución. A partir de entonces, la enfermedad habría acelerado su expansión a través de dos vías, la sexual y el contagio a través de jeringuillas no desinfectadas. Desde ese momento se comenzó a extender a otras zonas del planeta hasta que, en la década de los 80, eclosionó en países como EEUU con una virulencia devastadora.
Esta investigación podría servir, además, para derribar definitivamente uno de los mayores estigmas que acarrea la comunidad gay masculina desde los años 80. Y es que cuando la enfermedad llegó a los EEUU, algunas investigaciones dedujeron que se trataba de una enfermedad que se daba sobre todo entre hombres homosexuales, e incluso se propuso denominarla Gay-related immune deficiency (GRID, inmunodeficiencia asociada a la homosexualidad en español). Aunque finalmente no se optó por esa denominación, la prensa conservadora del país norteamericano la siguió asociando a la comunidad gay, aunque más adelante se demostrase que también se daba en hombres heterosexuales y en mujeres.
Pese a que hoy día la mentalidad colectiva en este tema ha evolucionado mucho, estas evidencias científicas, junto a las estadísticas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), deben dar el carpetazo definitivo a esta falacia. Y es que el según el Fondo de las Naciones Unidas para las Mujeres (UNIFEM), las mujeres suponen hoy día el 50% de las infectadas por el VIH, mientras que el número de hombres heterosexuales portadores de la enfermedad es también elevado, pese a que no hay datos estadísticos al respecto. Además, entre 1,5 y 2 millones de contagiados son niños.
En cuanto a los motivos de contagio, la transmisión sexual sigue siendo la principal causa, le siguen las transfusiones de sangre y el intercambio de equipos de inyección (agujas, jeringas o equipos para tatuar) infectados principalmente. Dinamizar la información sobre las posibilidades de contagio, la efectividad de las pruebas del VIH y la lucha contra el estigma que persigue a esta enfermedad evitarían nuevas infecciones.
Los avances científicos y médicos en los tratamientos antirretrovirales han conseguido que la tasa de mortalidad por SIDA descienda. Actualmente las donaciones para investigación contra el VIH son primordiales, y aunque estemos cerca de la vacuna, no hay que bajar la guardia. No olvidemos que el 30% de los infectados por el VIH desconocen ser portadores y el 49% son diagnósticos tardíos.
Por todos estos motivos, el Día Mundial de la Lucha contra el Sida sigue siendo una importante cita para concienciar y ayudar a combatir la pandemia. En este sentido, Madrid acoge algunos actos lúdicos cuyo fin es sensibilizar y, en algunos casos, recaudar fondos para la investigación de esta enfermedad, como el Festival de música contra el VIH del centro de Salud de San Blas o la octava edición de la Gala Sida de la Fundación Lucha contra el Sida que se celebrará en el Wizink Center. Y es que todo es poco para ayudar a erradicar uno de los mayores males de nuestro tiempo.
Por último, mencionar que en la actualidad existen una serie de asociaciones y/o centros en Madrid donde es posible realizarse la prueba rápida de VIH, de forma totalmente confidencial y gratuita, con resultados en unos veinte minutos.
Los principales espacios donde poder realizarla son, entre otros:
Si tienes duda, por mínima que sea, háztela, por ti y por los de tu alrededor.
Por Pablo Rodríguez